El reto de la gastronomía catalana
La gastronomía catalana facilita una alimentación que se encuentra en una posición privilegiada internacionalmente, puesto que sus platos típicos se preparan con ingredientes y productos de excelente calidad y muy variados, tanto con delicias del mar como con frescos vegetales y carnes de las montañas.
Los turistas consiguen platos que expresan la tradición de la cultura catalana con sabrosos sabores y productos inmejorables que caracterizan a su gastronomía, como el plato tradicional calçots con salsa romesco, uno de los cuales identifica a la cocina de invierno de Cataluña.
Es un plato súper sencillo que sorprende por su sabor, se trata de cebollas a la parrilla, que se mantienen calientes después de su cocción en papel periódico y así se sirven a la mesa, después de quitarlos su capa externa que se rusteix en la brasa.
La cebolla que queda se come con salsa preparada a base de ingredientes como tomates, ajo, pimientos, almendras, pan y como es de esperarse aceite de oliva de excelente calidad. Muchos turistas se divierten comiendo este plato y otros prefieren pedir ayuda.
Los catalanes comen los calçots directamente en un solo plato y sin cubiertos, casi siempre en tertulias que denominan calçotades, donde comparten con amigos su afición por los platos típicos a la parrilla.
El reto con los calçots es sumergir las cebollas en la salsa y después, inclinando el jefe hacia atrás para colocarla en la boca, pero es muy difícil no derramar salsa, por lo cual no es recomendable para principiantes, puesto que es un plato rústico para divertirse.