Qué son los calçots y como comerlos
Desde medianos noviembre y hasta abril se vive en Cataluña la temporada de calçots, uno de los platos más típicos de la gastronomía de esta región. Los calçots son una especie de cebolla de forma alargada que es cultivada bajo tierra, porque se mantengan tapadas mientras crecen.
De acuerdo con la creencia popular, los calçots fueron descubiertos por casualidad por campesinos catalanes, quienes los cocinaron al fuego y los comieron acompañados por una salsa a base de tomates, ajos, ñoras, almendras, avellanas, aceite de oliva arbequina y otros ingredientes.
La textura tierna y sabor dulce de los calçots, potenciado por la salsa romesco, hicieron que este plato se convirtiera en uno de los preferidos de los catalanes, hoy se le prepara en muchos lugares y se los considera una verdadera delicia culinaria.
La cocción tradicional se hace con un fuego fuerte y los calçots se colocan sobre una parrilla porque se cuezan hasta que su capa más exterior se carbonice, después se retiran del fuego y se dejan reposar por unos 25 o 30 minutos envueltos en papel absorvent, aunque tradicionalmente se utiliza papel de periódico.
La mejor forma para comer los calçots es con las manos, por eso se dejan reposar porque estén a una buena temperatura en el momento de comerlos. El proceso es bastante sencillo: se coge el calçot y se quita la capa externa, la cual se ha carbonizado, queda una cebolla muy tierna y jugosa, esta se moja en la salsa y después se lleva en la boca, de ser posible se come en un sol bocado.